No hay dudas de que los últimos años fueron complicados, como mínimo, para el ejercicio periodístico. Mientras algunos medios desaparecieron –varios de ellos históricos–, otros incurrieron en la vieja tradición de ajustar la plantilla y despedir trabajadores. En medio del aggiornamiento de esa constelación, lo que sucede abajo, en el territorio, muchas veces sigue pasando inadvertido, entre el vértigo de las views, los likes y el clickbait.
Es lo aparentemente inadvertido, el día a día en algún municipio de alguna provincia, la materia de un vergel de medios zonales, locales o regionales. Buena parte de ellos son aún más pequeños de lo que imagina una mente porteña consumidora de medios, al punto tal que la mayoría tiene como redacción la calle misma.
Prejuzgados por algunos como “low cost”, lo cierto es que se trata de un periodismo de fuente que convierte a medios y periodistas en actores de relevancia en cada una de las aldeas. Existe un mundo de historias mínimas que no serían contadas de no ser por quienes meten los pies en el barro. Sin embargo no es fácil: el oficio no deja de estar sujeto a los avatares de un país cuya economía no termina de despegar.
Con el anhelo de ponerlos en escena. Bunker hizo una serie de preguntas a un grupo de periodistas de medios que cubren los distritos del Gran Buenos Aires. ¿Qué ven? ¿Cómo se perciben? ¿Qué dicen de su actividad cotidiana? Lo que sigue son sus respuestas.
¿Qué tiene de específico hacer periodismo local?
Sabrina García (San Fernando Nuestro): Exige un doble desafío: el de comunicar y hacerlo con un gran compromiso, dado el vínculo de proximidad que tenemos. Si un medio nacional se equivoca en la información de un barrio nadie se entera. A nosotros nos cuestionan, nos encuentran en las redes sociales, nos mandan un WhatsApp. Las noticias afectan a lectores y comunicadores por igual, en tanto vivimos en la misma comunidad.
Sebastián Vargas (Zona Norte Diario): La especificidad del periodismo local radica en su cercanía, lo que posibilita la visibilización de problemáticas y de actores sociales o políticos que, por falta de tiempo o recursos, no tienen lugar en la agenda de los grandes medios.
César Morielli (La Noticia Web): Lograr el interés del público esquivando la agenda nacional que imponen los grandes medios, desde múltiples plataformas y de manera constante. Sea donde sea, el gran desafío es generar un vínculo superando a los grandes tanques. Pueden haber mil metodologías, pero el gran desafío es conseguir que tu información sea relevante.
Andrea Luzuriaga (El 1 Digital): En el periodismo local uno le toma el pulso a la realidad desde la base de la sociedad, los municipios y sus barrios. A veces, parece que difundimos historias pequeñas, pero tenemos un rol fundamental en nuestras comunidades. Es un trabajo minucioso que requiere mucho compromiso, respeto y una sensibilidad particular en el tratamiento de la noticia y con el vecino, que es el protagonista y consumidor de nuestro medio.
Alejandro Córdoba (Diario Conurbano): El periodismo local tiene como característica reflejar aquellas noticias más cercanas a los vecinos, con la mayor cantidad de datos posible, que los medios de alcance nacional no cubren o lo hacen de manera incompleta o poco prolija.
Natalia Biazzini (Malviticias y El Sanmiguelino): Creo que lo específico tiene que ver con contar historias de hombres y mujeres de los barrios. Cómo viven, de qué trabajan, qué sueños y proyectos de vida tienen. Como así también las problemáticas y miedos. Cuestiones que no siempre son las mismas que en la Ciudad de Buenos Aires, donde están centradas las mayorías de las historias del periodismo nacional.
¿Cuál es la diferencia con respecto al “nacional”?
Sabrina García (San Fernando Nuestro): Nuestras noticias forman parte de la vida cotidiana de nuestros lectores, llegamos a donde los medios nacionales no llegan: desde conocer dónde se va a realizar el próximo operativo de zoonosis, pasando por información concerniente a cursos y talleres municipales, actividades culturales en los barrios, un accidente o un desvío por obra. Nosotros tratamos que las noticias que publicamos sean relevantes en tanto impactan directamente en nuestra comunidad y quedan al margen de las coberturas nacionales. Ahí está la principal diferencia.
Sebastián Vargas (Zona Norte Diario): Los medios nacionales se ocupan de la coyuntura del país o las provincias, por lo que sólo en contadas ocasiones, reflejan lo que acontece en un municipio o barrio. Y cuando lo hacen, ello está supeditado a hechos noticiables ligados a policiales: crímenes, robos, secuestros o notas de color. En ese sentido, los medios locales pueden ser fuente de información de estos medios nacionales por contar con el plus de la cercanía. Para ello la inmediatez es un requisito sine qua non, y más aún lo son las redes sociales por su capacidad de amplificar aquello que se comunica.
César Morielli (La Noticia Web): Básicamente las voces son muchas menos. Los grandes medios nacionales tienen miles de “analistas” explicando la misma cosa, desde diferentes enfoques, y existe algo así como una selva caníbal donde todos compiten para decir algo diferente o decirlo mejor. El hecho informado es digerido miles de veces. En el periodismo local la palabra de un medio que informa o genera una noticia adquiere algo así como un “derecho de autor” sobre un episodio que después no es pisoteado miles de veces.
Andrea Luzuriaga (El 1 Digital): En el periodismo nacional la noticia se va sometiendo a interpretaciones, opiniones y operaciones de prensa más numerosas y evidentes que en el local. El vecino pierde su particularidad y queda oculto tras la construcción genérica de “ciudadano”. Ahí, se pierde el sentido de lo que pasa. Por ejemplo, si no conozco que en Barrio Nuevo, Ituzaingó, quienes viven al costado del Camino del Buen Ayre se inundan y por las noches se descomponen del olor a basura quemada que viene de la CEAMSE, lo que les genera problemas respiratorios, y que se enferman por los líquidos que gotean de los transformadores, no puedo entender que se quejen de la instalación de una planta de bombeo cloacal, porque, supuestamente, eso ayudará para su progreso, ¿no? Pero ellos tienen terror, porque esa planta les representa una amenaza de más contaminación y enfermedad.
Alejandro Córdoba (Diario Conurbano): La diferencia es la mirada. El periodismo local debe tener una más detallada, más conocedora de la noticia que da, porque es local.
Natalia Biazzini (Malviticias y El Sanmiguelino): La impronta es totalmente distinta. Nosotros le damos un contexto que el periodismo nacional no, porque no lo necesita por su tipo de público pero además porque lo ignora. Podemos aportar información de coyuntura local a una nota, que es muy rica para nuestros lectores.
¿Qué ventajas tiene hacer periodismo local?
Sabrina García (San Fernando Nuestro): La información nos llega casi al instante. La relación con nuestros lectores es mucho más sólida por el vínculo cara a cara que genera la proximidad. Y desde ya que también las redes sociales son muy importantes en ese sentido. Hoy la información circula rápidamente, es fácil llegar a la fuente como le es fácil a nuestros lectores ponerse en contacto con nosotros, los periodistas.
Sebastián Vargas (Zona Norte Diario): La ventaja de hacer periodismo local es el contacto cara a cara con los sujetos de la información y la posibilidad de poner de manifiesto las necesidades, reclamos e inquietudes de una determinada comunidad. Asimismo, resulta gratificante no depender de una agenda que baja del cielo cual maná sino construir una agenda propia en base a criterios propios.
César Morielli (La Noticia Web): El acceso a las fuentes y la posibilidad de estar cerca de lo que pasa o de los protagonistas. En esferas superiores son pocos los que pueden conversar con los protagonistas más importantes o los que toman decisiones. En el periodismo local es más fácil tener acceso a la información concreta, de manera directa, sin un intermediario mediático o de otro tipo.
Andrea Luzuriaga (El 1 Digital): La ventaja se da en el plano personal. Borges decía que siempre es más interesante lo particular que lo general, y lo privado que lo público. Bueno, nosotros tenemos acceso directo a lo particular y lo privado de la vida en los barrios, diría que es casi un conocimiento de valor antropológico, que te ayuda a alcanzar una comprensión más profunda de lo que nos pasa como sociedad.
Alejandro Córdoba (Diario Conurbano): La ventaja principal es el conocimiento más acabado y la posibilidad del seguimiento periodístico de temas. También un reconocimiento más directo del público.
Natalia Biazzini (Malviticias y El Sanmiguelino): Creo que una de las principales ventajas es que nosotros podemos ofrecer un seguimiento a las noticias que el medio nacional no, por su propia dinámica. Conocemos en mayor profundidad el territorio, su geografía, sus códigos, y también a los actores políticos y sociales.
¿Y qué desventajas tiene?
Sabrina García (San Fernando Nuestro): La cercanía a veces nos expone demasiado. Si una nota no le gusta a un lector te cuestiona y capaz que ese que te critica lo conocés, fuiste al colegio o compartís el mismo club. Hoy la comunidad está muy comprometida con lo que le pasa, se informa, participa, cuestiona. Eso está buenísimo pero a veces se mezcla nuestro rol de periodista. Exigen la pluralidad de voces pero cuando intentás ser amplio, de reconocer diferentes puntos de vista, el que no se siente identificado se molesta y te lo hace saber directamente. Otra desventaja no menor es que no manejamos los recursos de los grandes medios nacionales ni su poder de agenda.
Sebastián Vargas (Zona Norte Diario): Las desventajas obedecen a cuestiones estrictamente económicas. La supervivencia de un medio local, como de cualquier otro, va de la mano con su financiamiento. Generar los recursos necesarios para el funcionamiento del medio, es en buena parte el dilema que debemos atravesar quienes ejercemos esta profesión.
César Morielli (La Noticia Web): Factura menos y el público es cientos de miles de veces más reducido.
Andrea Luzuriaga (El 1 Digital): La desventaja es comparativa con los “medios grandes”. Tenemos que trabajar más que ellos, que tienen acceso casi inmediato a las fuentes. Un periodista de un medio nacional levanta el teléfono y se le rinden a los pies, aunque sea para que, después, en el artículo, les peguen. Son “los 15 minutos de fama” de los que hablaba Warhol, nadie se resiste. Además de que cuentan con más recursos, cosa que nosotros tenemos que compensar con más trajín e ingenio –y cada vez se hace más difícil subsistir–.
Alejandro Córdoba (Diario Conurbano): Las principales dificultades son la falta de reconocimiento, en algunas ocasiones la falta de profesionalidad, pero fundamentalmente los problemas de financiamiento.
Natalia Biazzini (Malviticias y El Sanmiguelino): No sé si es una desventaja, pero una característica –que a veces se transforma en algo negativo– es la cercanía con las noticias. Me ha tocado cubrir un femicidio a la vuelta de mi casa o ir a comprar al almacén y toparme con una fuente del ámbito político. Hay noticias que son muy intensas y uno a veces quisiera alejarse pero no es posible. Eso, a los periodistas que hacen periodismo nacional no creo que les ocurra, o al menos no tan seguido. Un ejemplo fue la tragedia de Mendoza, donde murieron 15 personas, la mayoría niños y adolescentes. Tenía un montón de conocidos que conocían a alguna víctima o familiar. Y es difícil cubrir algo así con tanta carga.
¿Están reconocidos o menospreciados por el periodismo “nacional”? ¿Necesitan una reivindicación?
Sabrina García (San Fernando Nuestro): Hay medios y medios. Nos ha pasado que tanto medios nacionales como colegas a nivel regional hayan reproducido nuestras notas o fotos sin citarnos. Nosotros levantamos la bandera de la honestidad intelectual, las notas siempre van firmadas y si tomamos de otro medio los citamos. También nos ha ocurrido que visiten nuestra ciudad referentes de la política a nivel provincial o nacional, y ya está pautado que las preguntas las hacen los medios nacionales. Eso molesta. No somos ingenuos, sabemos que si ponen pauta en determinado medio es lógico que prefieran que las preguntas se las hagan ellos, pero nosotros no podemos publicar que vino la gobernadora a San Fernando, por ejemplo, y que haya hablado sobre la obra pública que se está realizando en Lanús. ¿Cómo le explicás al vecino que no preguntaste sobre el Hospital Cordero, cuándo comienzan las obras anunciadas de saneamiento del río Reconquista o sobre el cierre de las escuelas de islas? Ellos se van y se olvidaron del lugar donde estuvieron, nosotros seguimos ahí, trabajando diariamente por esa comunidad. Creo que el mayor desafío no es que los medios nacionales nos reconozcan, que si pasara sería lo correcto. El mayor desafío es tener el reconocimiento de nuestros lectores, de ser confiables, de que nos busquen para ser parte en la construcción de la noticia como para consultarnos sobre lo que ocurre en su comunidad. Que frente a un hecho en lugar de llamar a un medio nacional primero nos llamen a nosotros, si logramos eso cumplimos con nuestro objetivo.
Sebastián Vargas (Zona Norte Diario): Entiendo que el reconocimiento debe venir no ya de los otros medios sino de los propios lectores. Si los medios nacionales nos reconocen o no es algo que no me inquieta, como si el hecho de que nos citen toda vez que sus notan se nutran de nuestro material. Más que una reivindicación necesitamos una auto vindicación, es decir que los medios locales tomemos consciencia de nuestro potencial y actuemos en consecuencia con menos temor y más audacia.
César Morielli (La Noticia Web): Estamos poco reconocidos. Los periodistas de raza de medios nacionales pueden tener algún interés en informarse con lo que hacemos, para enriquecer alguna información de la agenda nacional, pero no mucho más. Pero a los medios no les interesa, exceptuando los casos policiales. Son competencias distintas, universos diferentes. La reivindicación a nuestro trabajo está en el mundo de lo “local”. No hay que buscarla en otro lado. Y somos valorados, porque nuestro análisis no pasa desapercibido y, a pesar de todo, hay oficinas de seguimiento que día a día observan lo que publicamos. Mientras la política local se dedique de alguna forma a conquistar votos locales, nuestro trabajo no pasará desapercibido.
Andrea Luzuriaga (El 1 Digital): Diría que, en general, tenemos poco reconocimiento. En el verano, cuando hay poca producción y los nacionales recurren a lo que pasa en los medios locales, pasamos a un plano más relevante. Llaman, te piden el número de tus contactos y aparecen los móviles por tu zona. Eso ayuda a difundir una problemática y, muchas veces, conseguir que se solucione, de modo que ayuda a la comunidad. Aunque estaría bueno que las soluciones no exigieran salir en un medio nacional, porque los baches o la falta de recolección no ocupan el horario central de los noticieros, a menos que sea algo desmesurado, y pese a ello, son algunos de los problemas “pequeños” que más le complican la vida a los vecinos en el día a día y los que menos les solucionan.
De todos modos, no creo que necesitemos reivindicarnos. Apuntamos a cosas distintas y nuestra labor es un aporte sustancial para nuestras comunidades. Difundir los actos de gobierno, sean del nacional o del municipal, los reclamos de la gente, se den en la plaza del barrio o en Plaza de Mayo, y ver que abrieron el debate y generaron una solución, no tiene precio.
Alejandro Córdoba (Diario Conurbano): Sí, aunque es un proceso lento y depende de la honestidad intelectual de los colegas, así como de la calidad de productos periodísticos que ofrecemos. No obstante, aún hay un grado importante de menosprecio y se necesita seguir trabajando y trazando lazos.
Natalia Biazzini (Malviticias y El Sanmiguelino): Creo que estamos reconocidos, no diría que somos menospreciados, no lo siento así. Nosotros, los medios locales, somos muy necesarios para ellos. Infinidad de veces han producido notas gracias a nuestro trabajo. Te podés cruzar con algún salame, pero en general los movileros, productores y periodistas respetan el laburo del medio local. Es bueno ser reivindicado, siempre. A veces, los mismos actores políticos y sociales del lugar donde uno trabaja marcan esa diferencia. Se encandilan cuando vienen las cámaras de Buenos Aires, pero al irse la mayoría –no todos– se da cuenta del trabajo de los medios locales.